Que Thom Yorke proclamara “los Pixies cambiaron mi vida”, que Kurt Cobain considerara como su mayor influencia el Surfer Rosa para definir su música, no es algo que nos sorprenda si hablamos de esta legendaria banda de Boston Massachusetts, que su influencia crece y crece a pesar de du desintegración temprana antes de cosechar frutos y que para satisfacción absoluta de sus fans, esta banda de culto resurgiría nuevamente después de las diferencias de personalidad entre los miembros de este cuarteto disfuncional que se imponían ante la posibilidad de una reunión.

Kim Deal, David Lovering, Joey Santiago y Black Francis, Charles Thompson ó Sr. Black, llegaron a México en Octubre 2010, y es que ha transcurrido un año con tres meses desde su visita, pero

pareciese que fue ayer que nos permitieron sentir en vivo la cachetada dolorosa de la sucesión interrumpida de sus hijos algo deformes e impactantes, productos de un matrimonio incestuoso entre genios delirantes, personajes del Antiguo testamento, terremotos, suicidios y alienígenas de ciencia ficción.

Habían transcurrido 20 años y la ilusión de 1991, 2004 y no se cuantos intentos fallidos más de visitar tierras aztecas, donde sus fans esperábamos con ansias su llegada, pero como seguramente, alguien escuchó nuestras plegarias, llegó el mejor pretexto, los 20 años del Doolittle, el más exitoso álbum de la banda, del cual, desprenderían una gira, y fue así, que nos honraron con su presencia el en Corona Capital y 2 presentaciones en el Teatro Metropolitan. Y es que no es lo mismo el juntarte con tus cuates y escuchar los álbumes de esta bizarra banda. No, ¡no es lo mismo!

Era el vivir el estruendo sonoro de cada nota que hacía mover el cuerpo como poseído al ritmo de “Holiday”, “Debaser”, “Isla de Encanta” , “Vamos” , “Gouge Away” , “La La Love You”,

la inigualable voz del Sr. Black, acompañado del suave coro y bajeo de Deal, la guitarra “angular y torcida” como el mismo Santiago se describe y Lovering, marcapasos y columna vertebral de la banda ,sin dejar de borrar de mi mente la infaltable “P” en la batería. Y no se trata de definir y describir los inicios y la trayectoria de la banda, se trata de sentir cada acorde, cada verso, cada brote armonioso que sin lugar a dudas envuelve nuestro existir.

Influencia de toda una generación, inspiración de bandas grunge, noise y punk de los 90´s. La leyenda continúa, y quedará su legado en las nuevas generaciones, he ahí de nosotros el que por siempre prevalezca.
Gordos, viejos, calvos. El tiempo sólo afectó las apariencias, la mística aún sigue intacta.

Yiye Búfalo