En esta ocasión quiero escribir acerca de un maestro de la abstracción, espero hacerle justicia con mis líneas hay mucho que decir de él, nacido en la Rusia zarista del siglo XIX un 4 de diciembre del año 1866 llegó al mundo Wassily Kandinsky.
Abogado de profesión y artista por convicción, siendo exitoso como profesor asociado en la universidad de Moscú en la facultad de derecho, decide dejar las leyes y estudiar arte su gran influencia para dar este paso fue presenciar la exposición de impresionistas en 1895, la conexión con las obras de Monet hicieron eco a su ser artístico.
En 1900 viaja a Munich para ingresar a la academia de arte donde no fue admitido, si bien se interesó por el arte, para ese momento Kandinsky no tenía los conocimientos básicos según la academia para poder sostener el programa, esto lo lleva a tomar clases en la institución privada de Anton Azbe, teniendo como profesor a Franz von Stuck ambos pintores y éste último también escultor y arquitecto alemán.
En este periodo de clases a sugerencia de su profesor, introdujo los grises en su paleta de colores, ya que sus propuestas eran demasiado coloridas recordándonos un poco al fauvismo, a Kandinsky le llamaba el color y en 1901 comenzó a dar clases a un pequeño grupo que le llamó Phalanx, en donde el principal propósito era el de experimentar con las vanguardias francesas y hacer uso de las diferentes técnicas en donde se empieza a jugar con fondos oscuros para poder obtener transparencias iluminando las figuras desde atrás dando como resultado abstracciones dentro de la composición.
El trabajar con estas técnicas lo llevó a ir descubriendo su ADN como pintor, sin embargo en los siguientes años pintaría paisajes donde se dio cuenta y entre sus notas escribió “la representación del objeto en lo que pinto es secundaria e incluso perjudicial, la belleza de mis obras reside en la riqueza cromática y la simplificación formal”.
Aquí es donde deja fluir a su ser creativo y empieza a jugar y experimentar con colores, figuras, líneas y curvas, todo esto en una hermosa sinfonía de abstracción absoluta donde es fácil perdernos y viajar a través del espacio entre las galaxias que nos regala.
Aunado a su trabajo como artista en sus ratos libres escribe el libro “De lo espiritual en el arte” donde expone su punto de vista acerca de las escuelas de arte, del arte en sí mismo y como lo conecta con lo espiritual describiendo el proceso por el cual paso para llegar a la abstracción. En sus notas describe que así como los colores tienen efectos espirituales también lo tienen las figuras, las obras con sus matices pueden transmitir sentimientos.
La comunicación que se establece entre el artista y el espectador a disposición de la mente y los sentidos, a través de las vibraciones con las que el pincel fue tomado para expresar en el lienzo que tenemos frente a nuestra vista, nos hará vibrar en sintonía con lo que el artista nos quiso compartir. Y es donde entendemos que vibramos con todo lo que nos rodea y el arte nos llama a viajar en el espacio tiempo invitándonos a sentirlo y vivirlo, lo que manifiesta Kandinsky en este libro es el resultado de su propia experiencia donde nos dice que “la evolución del arte y el mundo espiritual se produce en libertad, fuera de influencias, a veces centrándose en el color y en otras ocasiones en las formas”.
Para 1921 Walter Gropius fundador de la Bauhaus lo invita a Alemania a dar clases de materias muy interesantes si yo hubiera sido alumna de la Bauhaus seguro de mis clases favoritas estaría el taller de pintura en cual se enseñaba y trabajaba con la teoría del color y la psicología que presentan las formas, el resultado de estos talleres experimentales con el alumnado de la Bauhaus le permite desarrollar y publicar su segundo libro llamado “Punto y línea sobre el plano”.
Los elementos geométricos toman mayor fuerza y la libertad de acomodarlos en el plano sugiere composiciones más complejas y profundas, donde de pronto pasamos de la línea recta a sinuosas curvas de los semicírculos que nos invitan a brincar a las puntas de los triángulos para poder contemplar la profundidad del espacio en la obra.
La influencia que le rodeó en la Bauhaus permite que sus obras tomen una estructuración en su carácter compositivo, su trabajo se fue puliendo y continúo en la búsqueda de formas complejas llenas de geometría y abstracción.
Personalmente Kandinsky es uno de mis pintores favoritos, sus obras para mí son como viajar a través de galaxias, me llevan a soñar con ciudades ideales ya que algunas de sus obras me parecen muy arquitectónicas, perfectamente balanceadas en color y geometría. Las delicadas curvas nos llevan a ver cómo se transforma la obra ante nuestros ojos, pues nos pierden por un momento en el primer plano y nos hacen subir y bajar; a mi me emociona ver un cuadro lleno de elementos tan sólidos con figuras básicas pero de composiciones tan complejas.
Composiciones con contenido, belleza interior, libertad de colores y figuras, es lo que podemos encontrar en el trabajo de Wassily Kandinsky.
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