[dropcap]M[/dropcap]e tomé más tiempo del debido para escribir estas líneas, no sé por qué, a veces es hasta terapéutico dejar descansar la emoción y escribir con más realismo. Nunca es tarde para hablar de Pearl Jam y menos después de lo que yo y miles de personas más presenciamos el pasado 24 de Noviembre en el Foro Sol. Una sola palabra basta para describir: sublime.
Estas letras no sólo son para halagar a Vedder, sería injusto, pero sí he de decir que a veces pienso que él no existe, que es una creación de otro planeta y que sólo nos lo prestaron por un instante. Su manera tranquila, pausada y hasta a veces tímida para hablar fuera de un escenario, no tiene nada que ver con la música ruidosa que tanto ama hacer. [pullquote_right]Ese hombre tiene la claridad suficiente para ver más allá y ser generador de una catarsis y un caos creativo y emotivo.[/pullquote_right]
Pearl Jam no sólo fue una estadística más de las bandas de los 90 y de la ola que trajo el famoso grunge. Ellos fueron LA banda de esa década. La facilidad con la que hoy llegan a cumplir veinte años, es que nunca se lo imaginaron. Sólo trabajaron en lo que creyeron, todos los días, todo el tiempo, con la honestidad bajo el brazo. Pearl Jam ha sobrevivido los muchos cambios en las tendencias musicales para quedarse como una de las bandas más representativas hoy en día. Se trata de ellos cuatro tocando juntos donde se han re significado y re examinado en su sello, su firma. Sin prisas por ser rockstar.
Hay que ver a Pearl Jam más allá de un concepto, de una idea, de un sonido. Esto no es “cock-rock” (término que se usa para desacreditar o describir un tipo de rock que enfatiza la energía masculina de forma agresiva). Ni tampoco usan o adoptan un comportamiento falso para impresionar a nadie, ni de forma sutil ni hipócrita; Vedder habitualmente usa su “no pedido” status como la voz resonante de una generación que reta, inspira y muchas veces regaña a su audiencia cuando actuamos como una manda de absurdos y violentos si razon. Él es un creador de lazos idealistas.
Han ido en contra de los sistemas y no porque quieran mantener una posición desafiante, o rebelde, es para mentenerse sanos y balanceados sin perder lo que empezaron a hacer desde el día que nacieron. Y eso significa hacer las cosas que a ellos les parecen correctas, no lo que los medios o cualquiera demanda o espera de ellos.
Vedder tiene el rol más difícil. Es bien sabido que los seres más atormentados, son los de las ideas más geniales, no los premios y todo el equipaje que viene detrás de ser famoso. A él no le gusta la fama, no le gustan las entrevistas ni salir en una portada del Times, lo que lo mantiene vivo es la música. Qué gracioso que suceda esto cuando es el icono, la voz y la presencia de toda una generación. Indudablemente Vedder es la voz de los 90.
La genialidad de Eddie lo ha llevado a hacer proyectos solistas, discos completos como el más reciente Ukulele Songs donde nos muestra un Vedder completamente diferente, ya maduro, padre de familia, que invariablemente esas cosas crean transformaciones a él, a mí o a ti. Donde aquí o en Into The Wild, son ta emocionales que me bajan las defensas. Este último disco es el OST de la película del mismo nombre dirigida por Sean Penn y no es tan conocido, ni tan nombrado como se hubiera esperado, de hecho pasa a un plano bastante mediocre en cuestión de los ojos de los críticos. Lástima, es un álbum simplemente brillante – y tocaron una de estas canciones en el concierto -. Más brillante aún, que sea el mismo tipo que con esa mirada perdida que canta en Jeremy, sea el mismo que canta Longing To Belong con coros de Cat Power. No, me equivoqué, no es el mismo, es una versión alterna de él.
Las diferentes personalidades en Pearl Jam han formado un notable y sagrado espacio para ellos mismos, en donde cada uno confía en sus instintos, derriban las paredes del ego propio, enfatizan la fuerza a pesar de que les gane la debilidad. Ellos ven la diversidad como un reto no como una amenaza, donde todo es una unidad, todos escriben canciones y eso es basado en la confianza que se tienen unos a otros como una unidad, como miembros de un todo.
La importancia de llamarte Pearl Jam, es que se suben al escenario, se miran unos a los otros y piensan ¿”qué haremos mañana? no sabemos, pero hoy haremos música”. ¿Cómo han sobrevivido? parte de eso, es no matarse en el camino. Mantener un perfil bajo les ha ayudado a darse cuenta que no tienes que seguir las normas del juego del rock and roll para seguir siendo una gran banda.
Pearl Jam hace música porque quiere, no porque debe y no la hacen para vender. En sus presentaciones en vivo de tira de la emoción desdoblada con “Just Breathe” y después te sube con“Evenflow”. Así fuimos de un lugar a otro durante casi tres horas. Donde todos volvimos a recordar lo que era caminar viendo para el frente sin que importe nada más.
“Creo que hay una diferencia entre querer ser famoso y otra querer ser exitoso dentro del mundo de la música. [pullquote_left]¿Qué significa ser exitoso? en ser capaz de hacer arte para vivir de él y no tener que regresar a otro trabajo para mantenerme de eso.[/pullquote_left] He trabajado muy duro para que así sea. Me alegro de haberlo hecho. Llegar veinte años después tan íntegros y fieles a lo que siempre hemos hecho -que es música honesta- es porque amamos lo que hacemos”.
Lo que se vivió esa noche en el Foro Sol, es una cátedra de cómo hacer música y de cómo transmitirla para que todos y cada uno de los asistentes que estuvimos ahí derramáramos una lágrima o varias. “Rockin’ in a Free World” fue la clara emancipación de ser uno en todos. Una banda, una canción, un público.
Si cerramos los ojos ¿en dónde queda Pearl Jam, en qué parte de la historia? Yo digo, que en el epicentro.
