[red_box box_bg_color=”#ff6600″ box_text_color=”#000″ content_width=”1140px” padding_sides=”0″ padding_top_bottom=”0″ content_align=”left” ]Nuestro invitado del mes en esta ocasión se trata de @Alexneb[/red_box]

Lo anunció con más de una semana de anticipación. Desde que la gente pusiera un pie en el Teatro Metropólitan, se adentraría al laberinto de su mente. Esa mente en donde los fantasmas habitan desde hace 44 años danzando al ritmo que se le antoje.

Es Steven Wilson y por primera vez se mostraría ante el público mexicano con total sinceridad, dejando atrás la pesada lápida de Porcupine Tree y sus 25 años de existencia.

 Un redoble indica el inicio y el bajeo lo confirma; Marco Minnemann y Nick Beggs son los encargados de iniciar el viaje con No Twilight Within the Courts of the Sun y a cada compás el resto de la banda se unía cual engranes de reloj. La maquinaria es perfecta,

 El libro está abierto y apenas se está escribiendo el índice de la historia. Suena Index, continúan Deform To Form a Star, Sectarian y Postcard; una trilogía para recordar a su primer influencia; su padre que ya descansa en paz.

Para este momento el público es un títere y Wilson lo maneja a su antojo: lo acorrala en las paredes de la paranoia con Remainder the Black Dog, le muestra la locura con Harmony Korine, nos libera a nuestra merced con Abandoner y nos deprime con Like Dust I Have Cleared From My Eye.

Wilson es escritor, interprete y protagonista de una historia surrealista que nadie comprende pero todos entienden a la perfección. El nombre de este capítulo se llama Luminol, una nueva pieza de 12 minutos que de momento acaricia al rock, besa al jazz, se enamora del progresivo y termina enojándose con lo minimalista.

Como todas los relatos caen en una deliciosa calma antes de explotarnos con un final sorprendente, nos presentó Veneno Para las Hadas y No Part of Me; el clásico momento en donde se abre una puerta lentamente y los curiosos entramos paso a paso para no poder salir jamás.

Así es Raider II, una casa tétrica en donde las locuras pasean libremente sin atacar a nadie, donde las paredes nos asfixian y los ventarrones rompen las ventanas en mil pedazos para regresarnos a la cordura. Steven Wilson nos abrió su casa, todos estamos invitados y una vez que encontremos nuestro lugar, es hora de tomar lo que merecemos. Get All You Deserve es la encargada de cerrar las cerraduras y de nuevo, Marco Minnemann y Nick Beggs los últimos anfitriones en despedirse.

 [red_box box_bg_color=”#ff6600″ box_text_color=”#000″ content_width=”1140px” padding_sides=”0″ padding_top_bottom=”0″ content_align=”left” ]No olvides comentar esta reseña y seguir a @Alexneb en twitter[/red_box]

Disfruten, juzguen y compartan con más Banda.