Carlos MV No sabía cómo era esta sensación. Estaba a punto de averiguarlo. Llevaba las manos encadenadas por un largo y punzante alambre de púas. Mis muñecas sucias y bañadas en pus y sangre. Dos grilletes en mis tobillos, arrastraba algo pesado (quizá el triple de mi peso) y pese a que echaba la mirada




