“These are my words, that i’ve never said before i think i’m doing ok, And this is the smile, that i’ve never shown before”.

Es difícil comenzar algo, desde la primera palabra para un escritor en un nuevo texto hasta el primer día de clases para un niño de pre-escolar, el comienzo siempre será titubeante. El primer paso inicia un camino, la primera piedra erige una construcción.

Cada día es un inicio y cada final también. Recién cumplidos los 27 decidí cambiar de página, todo a raíz de una canción, porque para los obsesivos musicales todo gira en torno a la música, ese punto donde sientes que puedes ser representado por la letra y melodía que alguien más ideó y que tiempo después tomarías como tuyos. Ese punto.

Entonces abres los ojos de nuevo y ves que sin darte cuenta habías hecho el paso de la muerte de una canción a otra y estás rehabilitándote en un solo track, cantándote a ti mismo sin un espejo de por medio, esa pieza que sabías te iba a levantar un día, o que venía haciendo su trabajo desde hace tiempo pero hasta ahora tienes conciencia de que ya la mereces. De ahí, pasé de un Bug Eyes al estatus So Far Away que veía tan distante, sin ninguna relación entre sí pero esa es la idea, encontrar ese lugar auditivo que se acomode con tu presente, siempre a tu conveniencia.

A los todavía 27 debo comenzar a ser responsable conmigo, porque he corrido muchas veces pero nunca había caído así, en el sentido literal. La casualidad me llevó a escribir sobre comienzos y burlonamente debo empezar con mis primeros pasos después de 15 días de no haber andado, comenzar ejercicios constantes porque sí, tengo miedo a consecuencias que se asomen con el tiempo, los cuerpos ya no los hacen como antes y he sido testigo de cómo por un golpe mínimo, meses después resulta una hernia de disco que no permite ser ni estar sin dosis de morfina o un trasplante de espalda siendo exagerados. Comenzar a cuidarse uno mismo sin necesidad de alguien que lo supervise.

A un mes de los 28 y con algunas trabas para hacer el camino más emocionante, puedo llenarme la boca de decir que sí, me mantengo en la canción que quiero estar los dos tercios que me queden de vida, decir “para siempre” suena demasiado. Esto lo último que pretende ser es un sondeo pero, ¿tú sabes qué canción te representa ahora y en cuál te quieres quedar?

Y para comenzar este texto tardé más de lo esperado. Horas, es difícil dar el primer paso, doy fe.

Todo se traduce a “comienzos”. Éstas letras son uno.