El exterior estaba en obscuridad. El interior sólo estaba iluminado por una débil lámpara de color azul. La mayoría de los pasajeros (cuyas figuras eran ligeramente coloreadas por el mismo color que la lámpara) yacían en un profundo sueño, característico que deja una ardua jornada laboral. Pero ella hacía el mayor esfuerzo por mantenerse despierta.