By JDi @JDiOFF
Inseguridades Humanas
La vida suele ser engañosa, frívola y supersticiosa.
Los días pasan, y la raza humana, se preocupa cada vez más por saber su destino y encontrar su camino.
Vivimos en un mundo, en el que todavía se cree, que si no haces dinero, tu vida fue un fracaso, o tú fuiste un fracaso.
Tu vida no tuvo una razón de ser, ni alguna utilidad.
¿Qué es ser útil? Es acción.
¿Qué es lo que necesita la sociedad? Compasión.
¿A que me voy a dedicar? A ser feliz.
¿En qué voy a invertir? En mi persona.
¿Qué voy a estudiar? Lo que yo quiera.
¿En qué voy a gastar mi vida? La vida no se gasta, se vive.
Todos los días, los medios de comunicación, hablan de violencia, enfermedades, algunos eventos culturales y talvez alguna graciosidad que habrá hecho algún civil en algún lugar del mundo, pero todo eso parece pasar a un segundo plano cuando nos enteramos de que el valor de nuestra moneda ha bajado.
No quiero quitarle importancia a las cuestiones económicas.
Son necesarias, y esenciales para la vida, sin embargo, el fin y el significado de los conceptos ordinarios, ha variado y cambiado en una escala impresionante.
A lo que me refiero es, que hoy en día, ya no seguimos a nuestros corazones y aspiraciones.
Hoy, preferimos buscar, una carrera que nos brinde una posición estable y un trabajo seguro.
Por supuesto. Todos quisiéramos que fuera así.
Salir bien logrado de una carrera y entrar directamente a una empresa, a la cual estar atado toda una vida, para ya no batallar.
Importaría muy poco el lugar de trabajo, la paga y el trato.
El fin de una vida habrá llegado, cuando dicha persona, gane dinero y tenga un puesto seguro del cual mantenerse.
Un lugar en el cual realizar alguna actividad, que genere un ingreso, para subsistir.
No vivir.
La consumación de nuestras vidas se ha limitado tanto, que aún seguimos usando la misma “receta de la abuelita”.
Por qué es lo que nos han enseñado.
Obtener un futuro mecánico y predestinado que nos permita llevar una vida monótona y aburrida, que nos quite la emoción de vida y se limite a “llevar pan y sustento a nuestras familias”.
Se preguntan ¿Por qué hay tanto estrés en el mundo? ¿Por qué no hay trabajo?
Por qué la gente gastó, tanta materia humana, para sus fines tecnológicos que olvidó que la vida no es simple.
Olvidó que la vida es más complicada que solo ganar dinero y tener un trabajo para mantenerse.
Olvidó que a veces es más importante sentir miedo e inseguridad, que no sentir nada.
Años de costumbres y tradiciones no se podrán arreglar con unas cuantas líneas, pero nunca está de más intentar.
El mundo puede ser un lugar mejor si olvida todo lo que ha aprendido y abre los ojos a las nuevas emociones. A las nuevas ideas.
¿Desde cuándo la vida se convirtió un recurso que se puede gastar?