[dropcap]T[/dropcap]uvieron que pasar 363 días para que un histórico, no sólo de Argentina sino del futbol mundial, saliera del infierno y volviera al lugar que le pertenece.

La Primera División de Argentina vivió una de sus temporadas más tristes en la historia, al no tener a River Plate, equipo que suma 33 títulos de liga.

 El Millonario representa demasiado en su país, a tal grado que durante su estancia en la B Nacional se tuvieron que cambiar varias medidas que antes era imposible que se realizaran.

Antes del descenso del cuadro de Núñez, en la división de ascenso no se permitía la entrada de hinchadas visitantes.

Sin embargo, la AFA, consciente del arrastre que tiene la Banda en toda Argentina, decidió echar atrás la medida.

Tal situación representó ganancias nunca antes vistas para equipos como Atlanta, Independiente Rivadavia, Chacarita Juniors, Desamparados, Deportivo Merlo, Defensa y Justicia, Patronato e Instituto de Córdoba, que decidieron salir de sus estadios para jugar en otros con mayor capacidad.

El equipo de Matías Almeyda abarrotó cada una de las canchas en donde se paró, a tal grado que en Córdoba se registró una entrada superior a los 60 mil espectadores.

Además, ciudades como Arricife y Puerto Madryn vivieron una fiesta con la presencia de un grande como River Plate.

Pero ahora todo eso quedará atrás y directivos, jugadores, cuerpo técnico e hinchas deberán dar vuelta a la página y olvidarse de aquella trágica tarde del 26 de junio del 2011, cuando Belgrano de Córdoba se encargó de mandar al histórico club a la B Nacional.

Tal vez será muy complicado borrar ese obscuro capítulo en la rica histórica de la institución más ganadora de Argentina.

Sin embargo, llegó el momento de revancha, con hombres como Fernando Cavenaghi, Alejandro Domínguez y David Trezeguet, quienes dejaron la comodidad del futbol europeo para regresar al club de sus amores al lugar que le pertenece, la Primera División.

Es tiempo de secar aquellas lágrimas que inundaron El Monumental hace un año y por las que navegó el Pirata cordobés para cambiarlas por aquellas sonrisas a las que tanto estaba acostumbrado el hincha millonario.

Anda, es momento de que le devuelvas la alegría que le arrebataste a la Primera División y que ésta te diga de nuevo… ¡Bienvenido, River Plate!