Juana Molina no deja de soprender en cada entrega.
Lo que pareciera un tema plagado de texturas sonoras obscuras, no es sino la puerta hacia la parte más íntima de la artista; la cual vive, al parecer, en un gran y acogedor salón desde donde nos habla al oído.
Lentísimo halo es sin dudarlo un punto climático en el más reciente álbum de la artista argentina que se puede conseguir bajo todas estas plataformas.
Con un corto bajo la dirección de Mariano Ramis, la artista ilustra dicho tema. Éste juega poéticamente con la lírica y con la artista misma, la cual nos guía por esos paisajes que circulan en su mente que poco a poco desvelan esa parte íntima de su núcleo creativo.
Una de las joyas musicales del 2017 se encuentra con un poema visual.
Debo toda una reseña sobre ésta gran obra que en las siguientes semanas podré entregar.
